sábado, 25 de junio de 2016

Ya nadie se pasea por aquí, yo la que menos, pero necesito una conversación honesta conmigo misma.

Junio lo puedo resumir en: comer, vomitar y subir de peso. Porque la bulimia engorda.  No consigo encontrar de vuelta la voluntad de no comer o de comer con moderación (o de hacerme creer a mí misma que alguna vez tuve moderación y por eso me mantenía en peso). Estoy llena de ansiedad. Lo digo en serio. Como hasta que mi abdomen se abulta tanto que no puedo andar derecha, hasta que me duele, y es cuando corro al baño a botarlo todo. Y tres horas más tarde, lo repito. Es así. No puedo quejarme de subir de peso, me lo he buscado. Pero duele. Ustedes mejor que nadie entienden lo que es sufrir por el peso. Y es una auténtica mierda, existiendo tanta miseria alrededor de uno, sentirse al borde un precipicio por algo tan superficial. Necesito alguien que me frente, alguien con quien hablar abiertamente de esto, porque no puedo/quiero atraer la atención sobre mí misma respecto a esto, de solo imaginarlo me enfermo más.

Necesito parar. Parar de comer y vomitar. Recuperar el autocontrol. AHORA. YA. Miedo me da hasta de hacer ejercicio, que es lo que la gente normal haría. ¿Y por qué? Porque me da asco sentir los kilos extras a mi alrededor mientras corro (o sentir los kilos extras frenándome en un medio de un abdominal) y porque me da miedo (siempre me ha dado miedo) que, en lugar de bajar de peso, solo me convierta en una masa dura y muscular del mismo porte y tamaño que tengo ahora. Esto último, por cierto, ha sido mi miedo irracional por año. Sólo hago ejercicio cuando estoy en un peso que me agrada. Pero también me pasa que alguna vez el peso que tengo ahora (el que subí) alguna vez fue el peso con que le me sentí cómoda para ejercitar. Ahora, en cambio, es un peso en el que me da miedo estancarme. 

Así de mierdosos y enredados son mis pensamientos a esta hora. Y así como nadie se pasea por aquí, no tengo a quien hablarle de esto sin que me juzgue en persona. Y, vamos, que tampoco sería capaz de articular dos palabras sinceras respecto a mis problemas de alimentación frente a alguien, pero me quejo de todos modos porque es una posibilidad que no tengo.